LIBERTAD DE PRENSA

El factor común: medios de comunicación bajo el control ferreo de conglomerados transnacionales, contenido político censurado y medido por gobiernos al servicio del imperio capitalista mundial, “entretenimiento” diseñado para estupidizar, apaciguar, distraer y dividir a las masas mientras los dueños del mundo acumulan más y más riqueza a costa de su trabajo. Los movimientos progresistas luchan día a día y, en ocasiones, logran avanzar políticamente dentro del marco seudodemocrático que el fascismo disfrazado les permite, pero prontamente se dan cuenta de cómo el circo mediático es parte esencial de la subyugación de la clase por parte del capital. Existen los ingenuos y confiados que todavía creen sin fundamento científico o histórico que es posible una revolución dentro de ese marco y la razón es muy simple.

Todavía creen que la situación mundial actual se basa en una democracia real. La democracia no existe. Es una invención teórica, no práctica, de la clase opresora para obnubilar a los oprimidos y hacerlos sentir libres en un mundo donde unos pocos se enriquecen cada segundo gracias al fruto del trabajo de miles de millones de seres humanos. Los medios de comunicación fueron creados por la burguesía para garantizar ese proceso y basta con sólo mirar quiénes los controlan para encontrar la prueba. Lenin lo dijo sabiamente y no existe evidencia de que su afirmación no sea más que la pura verdad:
“La burguesía es muchísimo más fuerte que nosotros. Darles un arma como la libertad de prensa sería facilitar la causa del enemigo, ayudar al enemigo de nuestra clase. No queremos terminar en suicidio, por lo que no lo permitiremos.”
¿A quién pertenecen los medios de tu país?